Acabo de leer un diario que empecé en el 2009. Encontré en él algunos pensamientos interesantes de hace 14 años.
Encontré solidaridad por aquellos que no pueden entrar a la universidad.
Encontré una relación ambigua con mi propia arrogancia.
Encontré una enorme claridad sobre la fugacidad de los sentimientos.
Encontré compasión por mis papás.
Siendo estos temas que han ocupado mis meditaciones recientes, siento admiración por mi yo joven, pero asco y nausea por mi yo actual. ¿14 años sin haber dado pasos adelante? La esencia del infierno es la repetición, y si le he dado vueltas al mismo asunto durante tanto tiempo, entonces mi cabeza ya no tiene salvación.
¿Qué se necesita para lograr más profundidad en mis reflexiones? Tal vez leer más. Incomodarme más. Creo que también necesito tener mejores conversaciones, pero este es el recurso más escaso
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