Este es mi tercer blog. Si logro ser sensato, será también el último.
Los dos anteriores siguieron una narrativa delimitada por aquello en lo que en distintos momentos pensé que consagraba mi vida. El primero sigue mi vida como profesor. El segundo, como coordinador. Cuando los inicié, veía mi vida como una serie ordenada de pasos distinguibles (al final de los cuales, quizás, encontraría algo). Esta distinción ahora se me antoja difícil y vana.
¿Hay un hilo que articule este nuevo proyecto que inicio hoy? ¿Cuál es la sustancia de este?
Su causa material serán los pensamientos cotidianos y como tales no aspiran a ser atemporales. Estarán completamente ligados a su momento de producción y a mis circunstancias personales.
Sobre su causa formal no habrá mucho que decir. Añadiré lineas cuando lo considere por los motivos que sean. Me comprometo a experimentar en la escritura, en el tipo de registro, en el nivel de formalidad. Quién sabe, tal vez termine compartiendo dibujos.
Su causa eficiente es el deseo de hacer un poco más públicos mis pensamientos que escribirlos en una hoja de papel y mi ineptitud para utilizar otros medios dispuestos para este fin. Estoy determinado a no usar otras redes sociales. Pensando en este exacto momento, podría decir también que este blog es hijo de un corazón roto.
Su causa final es obligarme a ser riguroso con mis pensamientos. Puedo tener una idea suelta y valorarla como buena porque, al no compartirla, nunca tuve que elaborarla y descubrir sus falencias. Como siempre, también quiero continuar mejorando mi escritura y llevar registro de mis pensamientos. Supongo que si encontrara en mi entorno inmediato cómo compartir estas palabras, no tendría necesidad de escribirlas. Este blog sufrirá en la medida en que encuentre buenas conversaciones, así que mi soledad es su alimento.
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